Por fin llegó el día: EL PARTO. ¿Qué debo esperar?
En unas pocas horas vais a convertíos finalmente en padres. Un momento tan deseado como temido en muchas ocasiones. Entender el parto como un proceso normal y fisiológico, hacer una buena preparación de mano de una matrona y tener conocimiento de cómo se desarrolla el trabajo de parto, os ayudará a afrontarlo con serenidad y a poder vivirlo de forma más positiva.
Aunque hoy en día la ciencia y la tecnología dentro de la obstetricia han avanzado mucho, lo cierto es que todavía no sabemos cuáles son los mecanismos que hacen que una mujer se ponga de parto. Se cree que tanto factores maternos como fetales tienen que ver en el inicio del proceso de parto.
Toda mujer recibe hoy en día una fecha en la que se estima que su bebé puede nacer, la llamada FEP (Fecha Estimada de Parto). Sin embargo, esa fecha es puramente indicativa, ya que un embarazo se considera a término entre la semana 37+0 y 42+0 y el parto puede ocurrir en cualquier momento entre esas fechas.
¿Qué son los pródromos de parto?
Los pródromos de parto o fase latente de parto, indican que el embarazo va llegando a su fin, es la forma que tiene el cuerpo de preparase para el trabajo de parto que está ya muy cerca. Son una serie de signos y síntomas que cada mujer percibe de forma muy diferente. Hay mujeres que ni siquiera los notan y otras que pasar una fase latente muy larga y molesta. La duración de esta fase es también muy variable, desde unas horas a varios días.
Los síntomas que se pueden notar durante esta fase son:
- Contracciones uterinas irregulares: los niveles de oxitocina (hormona encargada de que el útero se contraiga) van aumentando en sangre y la mujer empieza a notar contracciones que son poco perceptibles, aunque pueden llegar a ser molestas y dolorosas, según cada mujer. Se suelen describir como molestias típicas de la regla o ”pinchazos” en la parte baja del vientre. Son contracciones que tienen una función importante, borrar (acortar) y madurar el cuello del útero, necesario antes de que empiece a dilatarse.
- Expulsión del tapón mucoso: suele ocurrir en esta fase, aunque también puede haber sucedido antes sin que la mujer lo haya notado. La expulsión del tapón no está por tanto relacionado con un inminente inicio del parto. Si la mujer lo nota, suele notar una cantidad de flujo mucoso que es viscoso y espeso, de color transparente o amarillento que puede contener trazos de sangre.
- Muchas mujeres notan sensación de alivio, como que pueden respirar mejor. Se debe a que el fondo uterino empieza a descender al encajarse la cabeza del bebé en la pelvis materna.
- Sensación de molestias abdominales, aunque la mujer no puede indicar dónde las siente. Suele ir acompañado de alteraciones intestinales como diarreas.
¿Qué debo hacer durante esta fase?
Durante este periodo, en el que comienzas a estar molesta con contracciones que pueden empezar a ser dolorosas pero no lo suficientemente frecuentes para ir al hospital, puede ser difícil saber qué hacer. Es normal estar nerviosa y agitada cuando comienzas a sentir contracciones. Sin embargo, hay que intentar controlarlo, no dejar que la adrenalina que ésto produce dificulte el trabajo de la oxitocina que está empezando a regular las contracciones uterinas. Por ello se recomienda:
- Ahorrar la mayor energía posible durante esta fase. Intentar descansar o incluso conciliar el sueño entre las contracciones, recargar el depósito energético del cuerpo ingiriendo sólidos y líquidos.
- Técnicas de alivio de dolor: paseos, cambios posturales, movimientos con la pelota de fitness, calor local (bolsas de semillas), masajes, duchas o baños calientes.
¿Cuándo podemos ir al hospital?
- Lo más recomendable en cuanto a las contracciones, es esperar en casa hasta que las contracciones tengan una frecuencia de 3 cada 10 min durante 2h (en madres primerizas) o de 2 cada 10 min en madres que vayan a tener a su segundo hijo.
- Ante rotura de membranas (bolsa rota o romper aguas). En caso de ser claras, anota la hora en que notaste la rotura. No hay que apresurarse al hospital en este caso, tenéis tiempo de prepararlo todo con calma, incluso descansar y comer algo antes de ir. Si el líquido es teñido (amarillento, verdoso, o rosáceo) es necesaria una monitorización tocográfica del bebé para comprobar que todo está bien (lo cual es así en la mayoría de los casos), pero se recomienda ir al hospital con más premura.
¿Cuándo sé que algo se sale de la normalidad?
- Contracciones uterinas muy dolorosas e intensas (sensación cortante, como de apuñalamiento) mantenidas en el tiempo. La mujer suele referir a que la tripa está muy dura y no se relaja, a la vez que el dolor es muy intenso.
- Fiebre materna mayor a 38°
- Sangrado vaginal igual o mayor que una regla.
- Cuando la madre nota una disminución o ausencia en el patrón habitual de movimiento de su bebé. Aquí es importante confiar en tu instinto.
En estos casos, se requiere consulta en un servicio de Urgencias maternales.
La fase activa de la dilatación
Gracias al trabajo hecho en casa durante la fase latente del parto, llegamos a la fase activa, que va desde que el cuello del útero se ha dilatado 3-4cm hasta la dilatación completa, 10cm. Durante esta fase el bebé desciende también unos 10cm por el canal del parto, que es la pelvis de la madre. Es tan importante durante esta fase la dilación del cuello del útero como lo es el descenso del bebé por el canal del parto.
Esta fase tiene una duración media (aunque la variabilidad es grande de mujer a mujer) de 1 cm de dilatación por hora. La intensidad de las contracciones aumenta durante esta fase a moderada a fuerte y son más frecuentes.
El dolor durante esta fase proviene tanto de las terminaciones nerviosas del cuello del útero durante la dilatación, como del paso del bebé por la pelvis, que suele aparecer en forma de sensación de presión sobre el pubis, el sacro, hacia los laterales o incluso irradiarse hacia abajo, las piernas.
Es normal durante esta fase que aparezcan:
- Nauseas y vómitos
- Hiperventilación, cuando la respiración no se gestiona bien.
- Inquietud y estrés, ya que es una situación desconocida que no podemos controlar.
Qué herramientas dispone la mujer para como ayuda durante esta fase:
- Movimiento. El hecho de estar en posición vertical y en movimiento ayuda a la progresión de la dilatación y hace que las contracciones sean menos dolorosas para la mujer.
- Analgesia no farmacológica: durante esta fase puedes recurrir a un gran abanico de métodos para aliviar el dolor que no conllevan ningún fármaco: calor, acupuntura, inyecciones de agua estéril, TENS, entre otros.
- Analgesia farmacológica: esta es la fase en la que si lo deseas se te aplicará la epidural. Si optamos por ella la vivencia es muy diferente. Se pierde la sensibilidad al dolor, aunque también a veces se pierde la capacidad para empujar, al no notar la mujer la sensación de presión que la cabeza del bebé ejerce sobre la zona del recto.
El apoyo es un factor muy importante durante esta fase, el que la mujer pueda tener con ella a la persona que ella quiera que esté allí con ella, pareja, familiar, amiga…
La matrona es el personal sanitario de referencia para asistir y apoyar a la mujer durante el parto, siempre que todo siga una evolución esperada sin complicaciones. Ella será la encargada de monitorizar el latido del bebé, hacer tactos vaginales para ver la evolución del parto etc…
El expulsivo
El expulsivo se inicia cuando el cuello del útero está completamente dilatado y la mujer comienza a empujar, hasta el nacimiento de tu hijo o hija.
Esta es la fase que más reservas consume tanto en la madre como en el bebé. Por ello es mejor no comenzar a empujar hasta que la cabeza del bebé esté a 1-2cm del suelo pélvico, es decir no empezar a empujar aunque la dilatación del cérvix sea completa si la cabeza del bebé todavía está demasiado alta en la pelvis.
Las contracciones durante esta fase cambian de carácter. La mujer siente un fuerte deseo de empujar que ella identifica con ganas de defecar. En ese caso, se recomienda que la mujer puje de forma espontánea, cuando ella sienta el impulso durante la contracción. La matrona la guiará durante todo el expulsivo si lo necesita, para que el nacimiento de la cabeza del bebé ocurra de forma lenta y controlada, minimizando el riesgo y grado de un posible desgarro perineal. La episiotomía, o corte en el periné, no se realiza de forma rutinaria, ya que se ha demostrado que no previene alteraciones en el periné. Se realiza en situaciones muy concretas.
Durante esta fase la mujer debe elegir la posición en la que se encuentre más cómoda para empujar. La matrona se adaptará a su postura. La verticalidad es una gran ventaja durante este periodo (de pie, en cuclillas, de rodillas, en silla de partos, a cuatro patas, semisentada), ya que la mejora la circulación materno-fetal, la calidad de las contracciones, la movilidad de la pelvis y mayor libertad de movimientos. Otra postura muy cómoda es la posición de lado, que hace que la mujer controle mejor la sensación de presión a la vez que evita que la mujer tenga que empujar contra la gravedad como cuando está tumbada en litotomía (boca arriba).
El alumbramiento
Es la tercera y última fase del parto.
Una vez ha nacido vuestro bebé, el útero volverá a contraerse para ayudar a la expulsión de la placenta. Normalmente ocurre entre 15 min y 1h después del parto.
La matrona comprobará entonces varias cosas: examinará la placenta para comprobar que ha sido expulsada de forma íntegra, comprobará que el útero se ha contraído bien y no sangra demasiado, examinará el perineo y suelo pélvico para evaluar si hay o no necesidad de suturar.
Nada más nacer el bebé se recomienda el contacto precoz con la madre, haciendo el piel con piel, a poder de forma ininterrumpida durante las 2 primeras horas, para favorecer el establecimiento del vínculo entre madre y bebé, favorecer la lactancia, ayudar a que el bebé mantenga una temperatura más estable, etc..
¡Enhorabuena, ya sois padres! Empieza ahora la mayor y mejor aventura del resto de vuestra vida!
CONSEJOS PARA EL PARTO
Recuerda que el parto es un proceso fisiológico. Es también una situación imprevisible, y eso es lo que a muchas mujeres les cuesta aceptar, el no poder tener control sobre la situación. Afronta el parto con la mente abierta a lo que venga, a lo imprevisto y siempre confiando en tu cuerpo y tu capacidad de afrontamiento. Déjate llevar, escucha y trabaja con tu cuerpo .
- Durante la fase de latencia o pródromos, intenta ahorrar la mayor energía posible. Descansa o incluso intenta dormir entre contracciones. Recarga el depósito energético del cuerpo ingiriendo sólidos y líquidos.
- Durante la dilatación, haz uso de técnicas de alivio de dolor: paseos, cambios posturales, movimientos con la pelota de fitness, calor local (bolsas de semillas), masajes, duchas o baños calientes.
- Se ha demostrado que la presencia de una persona de apoyo durante todo el parto influye positivamente en un menor % de cesáreas y partos instrumentales.
- Prepárate para el parto con tu pareja de forma activa y consciente. Busca una preparación práctica y que os prepare a los dos como un equipo.
- Infórmate bien sobre las distintas intervenciones que se pueden hacer durante un parto. Pregunta siempre ventajas/inconvenientes y da tu consentimiento informado.
- Haz un plan de parto. Refleja en él el tipo de parto que os gustaría, qué tipo de intervenciones queréis evitar en la medida de lo posible.
- Durante la fase activa de la dilatación recuerda que el parto es movimiento. El estar moviéndote te ayudará a sobrellevar mejor las contracciones y facilitará el paso del bebé por tu pelvis. Recuerda también que existe un gran abanico de posibilidades de analgesia no farmacológica a tu disposición durante esta fase.
- Durante el expulsivo, elige la posición en la que estés más cómoda. Los pujos espontáneos son preferibles a los dirigidos. Utiliza tu voz durante esta fase para ayudarte a utilizar la musculatura más apropiada y eficaz.
- Haz piel con piel con tu bebé nada más nacer, mínimo durante las 2 primeras horas.
- Recuerda que la persona de referencia durante tu embarazo, el parto y el puerperio, cuando todo sigue la evolución fisiológica esperada, es la matrona. ¡Asegúrate de saber quién es la tuya!